Dicen que la vida es un viaje. Pero no todo son paisajes pintorescos y playas soleadas. No, en muchos aspectos, la vida es más como un campo de batalla. ¿El enemigo? El caos. Y la lucha es constante. Aquí te explico por qué siempre debes estar alerta.
El Caos Que Se Acerca
Cuando era más joven, solía ayudar a mi padre con la jardinería. Recuerdo cómo rápidamente nuestro césped se transformaba de un estado ordenado y cuidado a una selva de malas hierbas si lo dejábamos sin atención. La transformación era gradual pero implacable, el caos se infiltraba poco a poco, día tras día.
Al igual que el césped de mi padre, si nos relajamos en algún aspecto de nuestra vida, el caos comienza a infiltrarse. Ignora el trabajo por un tiempo, y pronto verás que tu rendimiento baja. Desatiende tus relaciones, y es posible que las encuentres deteriorándose. En el momento en que bajamos la guardia, el caos se cuela.
Nuestra Batalla Diaria
Todos los días, luchamos contra el caos. Erradicamos la negatividad de nuestras vidas. Podamos nuestros malos hábitos. Regamos nuestras habilidades y capacidades para crecer y mantenernos competitivos. Cultivamos nuestras relaciones. Y al igual que cuidar un jardín, es un trabajo constante.
Esto podría sonar agotador, y ciertamente puede serlo. Pero no lo veas como una tarea tediosa. En cambio, ve esto como un desafío. Ve esto como una oportunidad para dar forma y moldear tu mundo de acuerdo a tus deseos.
No Hay Lugar Para La Complacencia
No anheles descanso. No pierdas tiempo esperando un momento de paz cuando todas las cosas mágicamente caigan en su lugar. No funciona así. La vida no funciona así. Si no estás avanzando, estás retrocediendo. No hay forma de quedarse quieto.
¿Recuerdas la analogía del césped? ¿Las malas hierbas crecidas y las plantas indomables? Eso es lo que sucede cuando nos volvemos complacientes. Cuando dejamos las cosas pasar. Cuando dejamos de imponer nuestra voluntad, nuestro orden en el mundo.
Toma El Control
Quizás te estés preguntando: "¿Pero cómo impongo mi orden en el mundo?" La respuesta es realmente sencilla. Lo haces a través de tus acciones, tus decisiones, tus elecciones.
Lo haces tomando el control de tu vida, no dejándola a la deriva sin rumbo. Lo haces estableciendo metas claras y alcanzables para ti mismo. Lo haces cultivando disciplina y una fuerte ética de trabajo.
Y lo más importante, lo haces comprendiendo y aceptando que la vida es una guerra constante contra el caos. Solo entonces dejarás de verlo como una fuente de estrés y empezarás a verlo como una fuente de motivación.
Esta es la vida. Esta es tu batalla. Así que prepárate y mantente ocupado. Impón tu orden en el mundo. Y cuando el caos toque a la puerta, esté listo para lanzarlo de vuelta al vacío de donde vino.
Porque recuerda, tú eres un guerrero. Y un guerrero no se rinde.
-William
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